Franco Mazzocca: creatividad e ingenio al servicio de las personas
Por María Constanza Del Monte (*)
Un Proyecto Solidario. Entrevista a Franco Mazzoca
Franco es oriundo de Trelew, ciudad de la provincia de Chubut, estudiante de Ingeniería Electrónica en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), profesor de Robótica y Modelado 3D y trabaja con impresión 3D.
Por medio de ella, el joven emprendedor realiza un aporte social desarrollando prótesis de manos en 3D para adultos y niños que presenten amputaciones congénitas o por un accidente. Para generar dichas prótesis trabaja con un equipo llamado c3d y emplea modelos libres de la organización “enabling the future”.
Aquellas personas que deseen contactarse con él para conocer más de su trabajo, pueden hacerlo vía Instagram: @c3d_protesis
– ¿Cómo y cuándo surgió la idea de crear una impresora en 3D?
-Yo vengo de un colegio técnico en Trelew, Chubut y ahí estaba muy expuesto a máquinas para fabricar cuestiones, manejaba tornos, fresadoras y cosas por el estilo y cuando me estaba por ir, dije ahora cómo voy a hacer para satisfacer mis necesidades creativas. Lo lindo que tenía el colegio, es que, si a mí se me ocurría hacer algo podía ir, usar las máquinas y hacerlo.
Ahí investigando, justo estaban surgiendo las impresoras 3D de escritorio, porque la tecnología de impresión 3D existe hace unos treinta años a nivel industrial y hace unos siete a nivel pequeña escala. Entonces empecé a ver que era factible fabricar una y gracias a mi proyecto final de la secundaria tuve acceso a materiales como varillas lisas y cuestiones recicladas que me fueron muy útiles para armar la impresora.
Ese año junté todos los componentes y recién en enero comencé a fabricarla, basándome en un modelo de hardware libre que se llama Prusa i3, que está disponible para copiar la misma impresora que inventó un checo. Así empezó, no sabía para que la quería, pero la quería.
– ¿Fuiste vos solo el impulsor del proyecto o con qué otras personas trabajaste?
-De fabricar la impresora, yo solo. Me dio una ayuda muy grande Daniel Madera, un profesor que ya había armado una, en la impresión de piezas. Cuando tengo problemas, hasta el día de hoy lo llamo y le consulto.
– ¿Cuál es el principal objetivo del 3D?
-El objetivo es justamente evitar hacer cuestiones que no sirvan para nada y aprovechar la tecnología tan linda que es el 3D para ayudar a la gente. A mi lo que más me gusta es trabajar en accesibilidad, por eso trabajo en la confección de prótesis y también con personas ciegas.
– ¿La persona se adapta fácilmente a la prótesis?
-Nosotros trabajamos mucho con niños y justamente la ventaja que tienen estas prótesis impresas en 3D es que son muy baratas de fabricar comparadas con las tradicionales. Yo puedo armar una prótesis para un niño y el año que viene ese niño crece, entonces le puedo hacer otra, cosa que no sucede con las prótesis tradicionales, ya que hay que esperar que el pequeño crezca para poder hacerlas, gastando de esta manera mucho dinero.
Hay una nena que se llama Virginia, que tenía tres años cuando recibió la prótesis y se adaptó a usarla muy bien.
– ¿Qué costo tiene?
-En material de impresión, hoy en día cuesta alrededor de $150, $200 y en los materiales extras como por ejemplo unas gomitas de ortodoncia, entre otros, suman $300 aproximadamente, lo que sería un total de $500, $600.
– ¿En qué países está vigente este sistema de la impresión 3D?
-La impresión 3D está vigente en todos lados. El hecho de fabricar una impresora 3D propia, te abre una barrera porque no necesitas pasar por una aduana para descargar información o para acceder a cosas que están haciendo alrededor del mundo, las podemos traer acá ya mismo.
– ¿Dónde surgió la primera impresora en 3D?
-La primera impresora 3D que se compara con las modernas, sería la Prusa i3 y la creó Josef Prusa en República Checa, pero se estaba desarrollando en paralelo en varios lugares del mundo.
(*) Estudiante de 3er año de Periodismo del Instituto Fabián Calle.
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