Por Tamara Sbardolini.

– ¿Cómo fueron tus inicios en la carrera? 

– Mira, empecé como DJ. Un día para el cumpleaños de mi mamá, que vivía en Comodoro Rivadavia, me invitaron a una radio – yo tenía 18 años y me quedé fascinado con eso – . 

– ¿Toda tu carrera fue en Radio Nacional?

– Siempre, desde hace 40 años. 

– ¿Cuáles son tus recuerdos más intensos?

– En el sur viví experiencias muy particulares, como lo de Malvinas. La Radio Nacional de Comodoro Rivadavia tuvo un rol fundamental. Estuve a punto de viajar a Malvinas con un locutor que ahora está en Radio Nacional de Rosario; estuvimos en el aeropuerto e íbamos a reemplazar al equipo de Radio Nacional Malvinas, pero no pudimos hacerlo porque habían interrumpido los vuelos. 

– ¿Qué más evocas acerca de esta experiencia?

– Tuvimos no sé si el gusto o la desgracia de haber lanzado al aire lo que fue la única alerta que hubo de un probable ataque al país. 

– ¿Cómo fueron los cambios de sede laboral y cuándo arribaste a Mendoza?

– Siempre trabajé en las emisoras federales de distintos lugares y con el tiempo me fue permitiendo formar gente. He pasado por todas las radios del Sur. Hace 10 años estoy en Nacional de Mendoza y es un gusto, es diferente al resto – no hay limitaciones, se prioriza lo que es cultural y siempre ha habido libertad de trabajo -. He tenido la suerte de estar siempre en el mismo medio y eso ha permitido poder generar cosas. A veces, cuando vas fluctuando por distintos lugares siempre empezar de nuevo y acá para mi es relativamente fácil.

¿Qué consejos le darías a los locutores? 

-Respeto por la palabra. Creo que la locución de alguna manera educa y se debe fijar la forma en que se utiliza el lenguaje – a veces hoy, en radio, se lo hace de manera chabacana. Yo les estoy hablando de la radio vieja, donde el locutor era como un maestro por las palabras que usaba y los términos. Lo que no entendías lo ibas a buscar a un diccionario para poder entender lo que quería decir. Hoy por ahí se ha transformado en algo no vulgar, pero si diferente. Me parece que es algo importante: saber respetar al oyente, no interferir en sus ideas, sí comentar lo que sucede, pero no involucrar determinadas ideas; eso es lo fundamental para los locutores.

– ¿Qué significa para vos este reconocimiento por el premio a la trayectoria? 

-Es algo muy importante, no estoy habituado a los reconocimientos. Es más, no me gusta que me nombren en la radio cuando estoy trabajando.  Siempre me gustó estar abajo de la fila y empujando para que todos lleguen a la cima. Siempre me gustó estar abajo de las luces. Es el primer reconocimiento que tengo, estoy extremadamente agradecido.

– ¿En qué momento te encuentra esta distinción?

– Me llega en un momento muy particular. Radio Nacional está pasando por momentos lamentables. Hemos tenido poca suerte de contar con una directora que poco le importó el medio y que lo ha llevado a lugares insospechados. Entonces han sido cuatro años difíciles y este premio es como una caricia – es como decir “ya está, empecemos de vuelta” – . Hay que levantar de nuevo la radio. Con esa expectativa y esto se fortalece todo ese pensamiento que tengo.

– Si tuvieras que agradecer a alguien que te haya enseñado y que hayas valorado en tu carrera, ¿quién sería? 

– Todos, porque todos los días se aprende algo nuevo y no ha habido alguien en particular que me haya enseñado algo. Siempre trato de aprender de la gente que tengo al lado. Es el día de hoy que sigo aprendiendo.